El sector industrial y comercial del sector del Calzado y de los Componentes para el Calzado, arrastra un déficit industrial, económico y comercial desde el mes de enero del 2020 cercano al 25%, provocado por la caída del consumo y la desaceleración económica fruto de la grave situación generada a nivel mundial por la pandemia, las guerras y las tensiones geopolíticas, que han desencadenado el elevado incremento de los precios, el encareciendo del coste de las materias primas, la energía y el transporte, repercutiendo negativamente en la capacidad operativa de las empresas que han visto como los Gastos Generales de Fabricación se han incrementado en más de un 80% desde el año 2020 hasta nuestras fechas.
Actualmente el sector se encuentra en momento de incertidumbre. Sus mayores problemas vienen generados por la caída del consumo y de la actividad productiva, a la que hay que sumar otros problemas como son: el incrementado del absentismo en las empresas que se han disparado en un 10% de media, llegando en algunos casos hasta alcanzar un 30%.
El porcentaje de horas efectivas (horas pactadas en convenios y contratos más horas extra) no trabajadas por enfermedad asciende al 6,7% de media a nivel nacional en el tercer trimestre del año. Sin embargo, en el sector del calzado y de los componentes para el calzado, esta tasa escala hasta el 10%. Este es, por tanto, el porcentaje de horas efectivas no trabajadas por causas diferentes a vacaciones, días festivos o ERTE, que muestra que el 90% de estas ausencias del trabajo se produce por enfermedad del trabajador, “enfermedad común”, situando la tasa de absentismo por incapacidad temporal en este periodo en el 9%. A este motivo le siguen los permisos por cuidado de hijos u otros familiares y las ausencias injustificadas hasta completar la tasa de absentismo general que ha escalado en algunos casos hasta un 30% en las empresas de nuestro sector.
Otro de los problemas detectados es el problema laboral por la dificultad que mantienen las empresas para poder incorporar profesionales cualificados en el sector. La incorporación de personal no cualificado, sin poder disponer la empresa de un contrato de formación y aprendizaje correctamente regulado en el convenio colectivo, implica un incremento de costes inasumibles, por lo que se requiere de la necesidad de recuperar la figura de este contrato de formación y aprendizaje ajustando su remuneración al nivel de productividad del trabajador durante el tiempo necesario hasta que sea 100% productivo, evitando de esta manera mayores costes para las empresas tanto por la inoperatividad, como por las mermas y roturas generadas.
Otro problema, han sido los reducidos márgenes comerciales de las empresas, los cuales se han bajado, para poder competir con la caída del consumo y la creciente entrada de los productos de menor coste procedentes de Asia.
A título informativo, la activad productiva del sector del calzado está descendiendo, “creciendo de manera negativa”.
Según los últimos datos publicados por el INE, la producción de zapatos en nuestro país continúa con su tendencia negativa, la cual se arrastra desde principios de año, registrando en el mes de octubre un descenso del índice de producción industrial de un -17,4%, (un 6% más alto que en el mes de septiembre de 2023 en el que registro un -23,4%), pero un -30,8% más bajo en relación con el mismo mes de 2022 en el que el sector registraba un índice de producción industrial del 13,4% positivo.
En lo que va de año el sector acumula índices de producción industrial negativos todos los meses excepto en el mes de enero que registró el 10,9%.
Según nos indican las empresas, otra de las máximas preocupaciones es la fuerte caída productiva en nuestro país, lo que está repercutiendo muy negativamente en la actividad manufacturera de nuestro sector de los componentes para el calzado.
Ante esta situación, las empresas de los componentes para el calzado, para evitar tener que reestructurarse, están intentando mantener su capacidad productiva y operativa buscando nuevos clientes en otros mercados a nivel internacional, o buscando nuevas líneas de negocio en otros sectores. Se da el caso de empresas que han tenido que reducir ya sus ciclos productivos, concentrándose en un solo turno de trabajo al día, mientras que otras están presentando ERES y concurso de acreedores.
En cuanto a las cifras del sector de los componentes para el calzado, el pasado año las exportaciones crecieron un 16% y las importaciones un 25%, alcanzando 1.803 millones de euros y 1.956 millones euros respectivamente. A dos meses vista del cierre del año 2023, el sector de los componentes para el calzado, acumula una caída en el primer semestre del año, respecto al mismo periodo del año 2022, de un 5% en exportaciones y de un 12,5% en importaciones.
Esta es la situación de nuestro sector manufacturero, mientras que, según el último informe comercial del calzado publicado por la Federación Española de Industrias del Calzado y modaes.es, “el calzado camina hacia una recuperación global, siendo una industria con buena salud” que cuenta con un universo empresarial de cerca de 3.000 empresas, que recuperan empleo en un sector con capital mayoritariamente ilicitana, que registran 83 millones de pares con un valor creciente, precios al alza, aunque lejos del IPC general, con exportaciones que rebasan los 3.000 millones de euros, teniendo en cuenta que el consumo camina hacia cifras de recuperación pre pandemia.
Pueden descargar el informe completo a través del siguiente link.